3 formas de cuidar el medio ambiente desde las empresas

El compromiso de la iniciativa privada con prácticas sostenibles y respetuosas con el entorno es esencial, no solo como una cuestión de responsabilidad social corporativa, sino como una necesidad para la supervivencia y la resiliencia empresarial a largo plazo. Los desafíos ambientales, como el cambio climático y la escasez de recursos, representan riesgos significativos para las empresas, por lo que adoptar prácticas sustentables no solo ayuda a mitigar estos riesgos, sino que también puede generar oportunidades de innovación, eficiencia operativa y ventajas competitivas

1. Energía

En la actualidad, tres de las instalaciones de Bayer, ubicadas en Los Mochis, Nextipac y Villagrán, ya operan con el 100% de su electricidad proveniente de fuentes renovables. Esto significa que están utilizando energía generada a partir de recursos como la solar, eólica u otras fuentes limpias, en lugar de depender exclusivamente de combustibles fósiles.

El siguiente paso en este compromiso es expandir esta iniciativa a más ubicaciones de la empresa. Para el año 2023, Bayer tiene planes de agregar sitios adicionales a la lista de aquellos que funcionan con energía renovable. Entre estos sitios se encuentran Los Tizates, La Charca, Tlajomulco y San Juan de Abajo. Esta expansión significaría que la mitad de los sitios operativos de Bayer estarán funcionando con energía renovable.

2. Agua

En sus instalaciones corporativas, como la sede en la Ciudad de México, Bayer ha implementado medidas concretas para ahorrar agua. Por ejemplo, el diseño sustentable del nuevo edificio corporativo incluye dos plantas de tratamiento de agua: una para agua residual y otra para agua pluvial. Estas plantas permiten reutilizar el agua en los sanitarios y para el riego de áreas verdes. Esta iniciativa ha generado un ahorro anual de aproximadamente 3,000 m3 de agua y ha aprovechado más del 30% del consumo anual de agua en la sede.

3. Biodiversidad

Bayer también implementa acciones como los cultivos de cobertura y refugio con el objetivo de mejorar la fertilidad del suelo, controlar plagas y malezas, e incrementar la biodiversidad. Se siembran variedades como crotalaria, girasoles, ajonjolí y mucuna, lo que contribuye a mejorar la estructura del suelo y reducir las emisiones de CO2 a largo plazo. Estos cultivos en floración proporcionan néctar y polen para diversas especies de insectos polinizadores, como abejas, abejorros, meliponas, chinches, hormigas, moscas y escarabajos.